ERMITA
NUESTRA SEÑORA DE LAS LAJAS
NUESTRA SEÑORA DE LAS LAJAS
Construida en una colina como un volumen longitudinal, divido por un atrio, una nave y un presbiterio, fue edificada con muros en tapia pisada, sobre los cuales se apoyaba parte de la estructura de cubierta en “Par y Nudillo”, una técnica muy común en la construcción de Capillas Doctrineras durante la colonización Española en el país. Sin embrago, esta imagen tipo-lógica se fue desdibujando poco a poco, resurgiendo de esta, una Ermita con rasgos Neo-Clásicos que ejemplifica la evolución de la arquitectura religiosa en el Occidente del País, con una nave de factura colonial a la cual se le adicionaron cuatro volúmenes que conformaron la planta en cruz latina, delimitada por muros de tapia revestidos con mampostería cocida que unificó su imagen.
Las intervenciones son puntuales, los muros que componen la fachada son dobles (Tapia y mampostería) y colicionan constantemente entre sí, por lo tanto se determinó reforzar estos dos sistemas por medio de una viga de confinamiento a nivel de subsuelo y una viga aérea a nivel de corona, con longitudes perimetrales al edificio.
La fachada principal corresponde a la corriente Neo- Clásica común en la arquitectura hispanoamericana y está compuesta de adobe cocido mampuesto en soga y tizón, y pegado en calicanto; construido sobre el muro en Tapia, la esbeltez de la espadaña y por falta de consolidación estructural puede producir un futuro colapso y para ello proponemos instalar dos columnas metalicas delgadas las cuales por medio de unos tensores que atravesaran la espadaña, y que servirán como alma estructural del Coro dado que se propone reestructurar debido a su estado de deterioro.
Se propone la liberación del pañete inferior de la bóveda en aras de deslumbrar la estructura de par y nudillo y re-valorar la trans-culturización entre las técnicas constructivas traídas por los españoles y los recursos y mano de obra local indígena.